Sin visa por Congo y Ruanda

Estando al sur de Uganda, me aventuré a entrar en estos dos países vecinos, sin visa, pero tomé ciertas precauciones, conseguí un guía y este por seguridad trajo un hombre armado, se sabe que la situación en el Congo es muy inestable, además nos podríamos cruzar con algún búfalo o elefante en el camino.

Estaba en kisoro, una zona montañosa, cerca del Bosque Impenetrable de Bwindi donde se van a ver los gorilas, en una zona de difícil acceso, al principio tuvimos que cruzar un pantano, luego vino el bosque primario de Bambú, a medida que ascendíamos la vegetación cambiaba. Y la ruta se ponía aun más difícil. Tal era la dificultad que yo agradecí la existencias de escaleras improvisadas con troncos y ramas, ellas estaban tanto de subida como de bajada, como lucían frágiles, yo comencé a improvisar técnicas de ascenso y descenso, como la de agarrar con las manos dos maderas diferentes al mismo tiempo, cruzábamos cañones y acantilados que se perdían a cientos de metros de profundidad, tanto del lado de Uganda como en Ruanda. De bajada algunas escaleras estaban en posición vertical y algunas en sentido inverso, este era el momento donde lo mejor era confiar, pensar que había un escalón por ahí abajo, ya que al mirar para abajo, lo más probable es que no divisaras ese buscado escalón. Desde ya que vista no era apta para cardíacos, personas con vértigo o propensas a marearse. Algunos escalones parecían quebrarse con solo mirarlos, a esos los pisaba con la suavidad con la que se mueve una bailarina de ballet. Así fue que después de algo mas de tres horas de difícil pero constante andar nos encontrábamos en el Congo, ahí muy cerca estaba también Rwanda y Uganda.

En un momento me pare en una piedra, y me encontraba en los tres países al mismo tiempo, si estaba a 3669 metros de altura, en la cima del Volcán Sabyinyo. La vista desde la cumbre era impresionaba, entre el verde intenso de la vegetación reinante, se podían divisar varios cráteres cerca de las poblaciones aledañas.

La bajada también fue difícil. Durante el descenso, los ranger (guardaparques) me dijeron que si llegábamos al mediodía me dejarían subir otro de los volcanes Virunga, algo que yo había solicitado el día anterior, pero que ellos dudaban que fuese posible de hacer, ya que desde que se tiene constancia (el parque lo fundaron hace 20 años) nadie lo había hecho, por lo que establecería un record. Por lo que apuramos el ritmo de bajada.

Si bien llegamos 45 minutos pasado el mediodía, en la puerta del Parque Nacional Mgahinga había otro ranger esperándome para subir al Monte Gahinga de 3474 metros de altura, si bien la subida era mas leve que la del Sabyinyo, para mi no lo fue, ya que yo llevaba mas de 5 horas escalando por la zona y todavía no había comido. Para poder llegar a la cima, tuve que parar numerosas veces a descansar y alimentarme. Pero todo tuvo su premio cuando, a casi 3500 metros de altura tuve ante mi la vista del cráter, amplio y profundo, el cual tiene un pantano dentro.

La bajada fue mas llevadera y cuando llegue a la puerta del parque habían pasado exactamente 10 horas desde mi partida por la mañana, estaba exhausto.

En el camino habíamos escuchado y avistamos un Mono Dorado, endémico de esta zona, pero a estos monos, ya los había visitado el día anterior cuando hice un trecking especial para fotografiarlos y disfrutarlos durante una hora.

Como había hecho 2 volcanes en un día, y tenia una jornada libre antes de buscar a mi siguiente grupo. Decidí que al siguiente día, iría en búsqueda de la cumbre del Volcán Ugandés mas alto de los Virunga, el Monte Muhabura, de 4127 metros de altura. Pero esa, esa es otra historia, otra historia de Africa.

Javier Remon

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