El nacimiento de los Ñues

Circundamos por fuera la ladera del Ngorongoro, la cual se conoce como el Arca de Noe, por la diversidad de animales que viven dentro del crater. Pasamos cientos de casas Masais para adentrarnos en una extensa pradera verde, ibamos bordeando el lecho de un río lleno de árboles de acacias en sus márgenes. Explorábamos una zona desconocida para mi, donde pronto comenzamos a cruzarnos con jirafas y más tarde aparecieron los primeros grupos de cientos de ñues, que cubrian las ondulaciones de ese impactante paisaje. Fuimos cruzando ñues durante mas de 30 kilometros, hasta encontrar el cuerpo central de la gran migración cerca del lago Ndutu. Ahí dejamos de ver manadas con cientos de ñues para empezar a ver miles de ellos. Mi vista impresiobaba mi mente y solo sabiendo que hay mas de 1 millón y medio de ñues, entendía lo que veia. Como nos encontrábamos en un área de conservación, podíamos salir de los caminos y meternos en el medio de la migración. A veces nos metiamos 5 kilómetros entre medio de estos animales y no dejábamos de ver ñues, inclusive girando 360 grados, en todas direcciones veiamos ñues hasta el horizonte. Mas tarde vimos un area circular sin ñues, decidimos explorarla y encontramos en medio de ella al mamífero mas veloz, el guepardo, comiéndose una gacela de thompson. No solo los ñues migran en búsqueda de pastos verdes, junto a ellos también migran las gacelas de tompson, las cebras y en menor número, los Elanes, el antílope de mayor tamaño que llega a pesar 900 kilos. Todo parecía tranquilo hasta que se empezó a poner gris el cielo. Esta zona, de Tanzania, cuando llueve se transforma en «black cotton» algodón negro, o sea un barro pegajoso dificil de transitar. Yo corría con la ventaja de tener el mejor 4×4 que existe, además siempre tengo preparado a mi Landrover Defender para este tipo de circunstancias. La resquebrajada tierra se transformó en un líquido negro divertidamente patinoso donde el vehículo parecía disfrutar al irse de lado. En dos ocaciones la camioneta se cruzó totalmente sobre el camino, y otra vez se salió lentamente del camino dando un giro de 180 grados. Parecía increíble, pero que cada vez que el 4×4 coleaba 90 grados y se quedaba de costado aparecía una jirafa. Otros tramos del camino se convirtieron en río y llegamos a hacer trayectos de mas de 1 kilómetro con el agua al ras del piso del coche. También tuvimos que cruzar, en una zona aislada, un río pequeño, pero muy barroso, si nos llegabamos a quedar encajados ahí, nos quedaríamos por mucho tiempo, ya que a nadie se le ocurriría tomar esa ruta en tales condiciones. Jamás imagine que para ir a ver el nacimiento de los ñues iba a tener que utilizar mi 4×4 tan intensamente y tampoco que conoceria profundamente el Area de Conservacion del Ngorongoro. Pero sin lugar a dudas y por sorpresa para mi, este ha sido uno de mis mejores viajes en Africa.

 

Javier Remon

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *